top of page

CONMOCIÓN

 

Somos, con el correr del tiempo,

una mentira.

 

Empezamos de a poco a simular la vida,

que se adapta a los otros,

a sus sueños.

 

Pasamos nuestros días

haciendo todo aquello, que no desilusione

lo que la gente espera que seamos.

 

Y cambiamos de formas,

tal vez también de historia.

 

No sabemos si vamos, ni hacia dónde,

pero no es importante eso tampoco.

Vital es que sigamos, que obtengamos.

 

Y seguimos peleando sin descanso,

haciendo de la vida

una continua búsqueda de sueños,

pero ajenos.

 

Hasta que un día como hoy nos preguntamos:

¿Dónde quedaron, vida, mis deseos,

mis creencias, mi fe, mis convicciones?

¿Dónde estará, anhelando mi regreso, la ilusión,

que abandoné hace mucho tiempo?

 

Y la respuesta es una, inevitable.

Estamos hoy, ya, sin meta y sin retorno,

desperdiciando vida, sin aliento.

BÚSQUEDA

                          

Aún te busco.

No sé si voy a hallarte, mas te busco.

 

Busco unos ojos que no he visto nunca,

dos manos tibias que las mías sostengan,

busco una boca hablando con ternura,

y la tersura de una piel en llamas.

 

Busco la dulce voz enamorada,

la mirada fatal, precipitada.

Busco caricias suaves y encendidas,

y ese cabello húmedo en mi almohada.

 

Hay ocasiones en que afirmo verte,

y como siempre son un desencanto.

Mi vida se ha llenado ya de escombros,

de aquella imagen que he esperado tanto.

 

Aún te busco.

No sé si voy a hallarte, mas te busco.

 

¿Será que es mi destino buscarte eternamente?

¿Me habré de conformar sin encontrarte?

 

 

PERENNEMENTE

 

El tiempo se pasó y hemos cambiado,

yo no soy ni el que era hace un instante,

no sé cómo partí, ni en qué destino,

sólo sé que no estoy, que ando caminos.

 

No puedo ya aguardar un tiempo nuevo,

la vida es hoy y ahora, lo que tengo,

lo de hasta ayer, son sólo evocaciones,

el futuro, sólo un tejido de ilusiones.

 

No quiero nunca más entorpecerte,

ya no creo tener derecho a hacerlo.

Tu voz será, desde hoy, la de una extraña,

y tu presencia, se decolorará en el tiempo.

 

Mas no sienta que algo se ha perdido,

la vida progresó perennemente,

porque hoy hay un ser nuevo que busca,

como nosotros, un mundo diferente.

 

 

PERDONES

 

¿Perdones? No creo en perdones.

Si dices “perdono”, ¿no sientes soberbia?

Si pides “perdóname” ¿no es una apariencia?

 

No me creo apto para dar perdones,

y sería un hipócrita si yo los pidiera.

 

Estoy convencido que si no existieran,

las cosas serían un poco más serias.

No puede pasarse la vida la gente,

traicionando hermanos, estafando siempre,

condenando al hambre, matando, mintiendo,

y después, con sólo “perdón” de rodillas,

sentirse el más justo de toda la tierra.

 

No puedo pedir yo, “perdón” por lo que hago,

si todo lo que urdo sé que es bueno o malo.

Siempre la conciencia nos dice al oído,

qué es lo que debemos, aunque no la oigamos.

 

Tan sólo yo puedo decirte “lo siento”,

cuando sin quererlo, daño tus afectos.

Tan sólo yo puedo decir “te comprendo”

cuando me has dañado, tal vez, sin saberlo.

 

Lo de los perdones, lo siento,

yo no lo comprendo.

 

 

MUTACIONES

                          

¿Se puede decidir lo que se siente?,

¿es aplicable la razón a todo?,

¿hasta dónde el “deber ser” es terminante?,

si en tu autobiografía, día a día,

registras lo incoherente, inesperada,

confusa e inaceptable que es la vida.

 

¿Puedes decir seguro de ti mismo

que alguna es la verdad indiscutible?,

¿qué no hay alternativa ni dilema?

 

A veces creo que ya no me comprendo,

que no discierno el cómo y el por qué,

de algunas cosas.

 

Mi vida ya dejó de ser lo que era,

hoy empiezo a ser yo, el de otras veces.

Ese que no extrañé, pero hoy valoro,

ese que volverá ya en poco tiempo a,

después de claudicar, nacer de nuevo.

 

Y estoy aquí,

viviendo mi presente,

esperando encontrar nuevas verdades

que terminen de hacerme indiferente.

 

 

LUCIDEZ

 

¿Pensaste hoy en la vida?

No lo creo.

 

¿Te tomaste un minuto de tu tiempo

para reflexionar que piensas, que razonas?

 

¿Pensaste que te mueves, que caminas,

que vas a donde quieres o te quedas?

 

¿Aprovechaste oír lo que te dicen,

aunque te suene inútil, sin motivo?

 

¿Te fijaste que ves a los que tienes,

alegrándote, o no, todos los días?

 

La vida es enigmática sin duda,

ya que la usamos sin darnos cuenta de ella.

Y la gastamos buscando siempre cosas,

que son inexcusablemente menos bellas.

 

 

MI VIDA

 

La vida.

La que es sólo mía.

La única tenencia sin necesidad de garantías.

La que va a esfumarse cuando yo no sea.

La que me permite estar reflexionando.

La que proporciona dichas y aflicciones.

La de cautivadora turbación constante.

La que todos los días produce desencantos.

La que ejerce presiones a algún juicio, coartando.

La que produce sueños, a veces conquistados.

La que me regocija.

La que me decepciona.

La única que puede elevarme entre todos.

La que algunos momentos me hace sentir gusano.

La fuente de otra vida, que me vuelve perpetuo.

La que me condiciona a ser como no quiero.

La misma que me impide mostrarme, todo, entero.

La que ilógicamente me hace odiarla a sí misma.

La que tiene la fuerza rebelde de indagarse.

La que nunca consigue razones suficientes

para sentirse pleno, para lograr hallarse.

 

TOMO TODO

 

- ¿Cuánto es demasiado? –

dijiste, y esa frase,

me recordó que todo

lo que quiero, lo obtengo.

 

- Nunca es demasiado –

respondí con apuro,

y aunque suene soberbio,

pienso así, te aseguro.

 

¿Qué límites me pone

la vida para hacerlo?

¿Por qué he de ser yo

quien restrinja mis sueños?

 

Yo no tengo derecho

a vivir de a pedazos,

una vida que gozo

y que otros perdieron.

 

Porque sé que esos otros,

si pudieran hacerlo,

me dirían, no temas,

toma todo, sin miedos.

 

 

EXTRAÑO

 

Qué extraño es extrañarte,

sólo lo entiendo,

pues tengo ansias de verte y hoy ya no puedo.

Y me cuesta entender

qué es lo que añoro,

si te tengo conmigo, codo a codo.

 

Qué extraño es extrañarte,

es algo raro,

pues no hay explicaciones razonables,

si sólo es esperar

algunas horas,

para tener tus manos ya, de nuevo.

 

¿Seguirá siendo extraño el extrañarte?

o me acostumbraré a este sentimiento.

Mientras sigo sintiendo que no puedo,

pasar un día más sin tu recuerdo.

 

 

UNA Y OTRA VEZ

Hoy otra vez,

                     pensé que me perdía

Hoy otra vez,

                     creí que no podía

Hoy otra vez,

                     pensé en abandonarme,

Hoy otra vez,

                     me sentí confundido,

Hoy otra vez,

                     mis sueños se alejaban,

Hoy otra vez,

                     las dudas me ganaban.

 

Y hoy, como otras veces,

                     saqué ganas perdidas,

y hoy, como otras veces,

                     recuperé mis sueños,

y hoy, como otras veces,

                     derroté la agonía,

y hoy, como otras veces,

                     supe lo que debía,

y hoy, como otras veces,

                     no tuve mala suerte,

y hoy, como otras veces,

                     sentí que yo podía.

bottom of page